viernes, 19 de febrero de 2010
Rosalina Marrero-Rodríguez / Enviada especial
Miami. Hace unos días se proclamó “El Patrón” de los premios Billboard Latino y anoche hizo lo mismo en la alfombra roja de Premio Lo Nuestro.
El reguetonero Tito “El Bambino” no sólo lució elegante con un diseño de Álex Ladí que le recomendó el fashionista Rodner Figueroa, sino que fue una de las personalidades más aclamadas por el público que se aglomeró para ver desfilar a sus artistas a las afueras del American Airlines Arena.
“Tito, Tito”, gritaba la multitud, mientras otras estrellas como David Bisbal, Víctor Manuelle y hasta Chayanne se paseaban por la alfombra roja.
Vestido de chaqueta y pantalón negro, el exponente de música urbana dijo sentirse “supercontento” de contar con un evidente respaldo del público. “Creo que hemos trabajado muy duro; cuando Dios abre la puerta, hay que montarse”, expresó quien tenía tres nominaciones en la noche.
Al igual que El Bambino, la mayoría de los artistas hombres escogieron el clásico negro para sus vestimentas, entre ellos, el salsero Víctor Manuelle, quien vistió del diseñador Hugo Boss.
El cantante Chayanne rompió la regla al vestir una chaqueta azul en combinación con pantalón negro y camisa y lazo blanco de Top 40. También llamó la atención su abundante cabellera. ¿Estrena pelo?
La agrupación juvenil Zone D’ Tambora, asimismo, llamó la atención, pero no por su ropa, sino por un accesorio fuera de lo común: un cerdo.
Mientras, las estrellas femeninas se inclinaron por tres colores: gris, negro y rojo. Una de las más elegantes de la noche fue la presentadora del programa Despierta América, Karla Martínez. Igualmente la conductora Giselle Blondet se veía radiante con un entallado vestido rojo.
La cantante y actriz mexicana Thalía desfiló con un vestido negro que, aunque elegante, le restó brillo. En cambio, Natalia Jiménez, de La Quinta Estación, encantó con un pomposo vestido blanco y negro strapless, cuya estola le dio un toque de sus raíces españolas.
La jovial Ana Isabelle sacó partido a su figura con un entallado diseño de Carlos Alberto color dorado.
En general, fueron pocos los diseños que deslumbraron, no obstante, a los fanáticos presentes lo que menos les interesó fue saber de quién vestían sus ídolos musicales, o si se veían bien o mal, sino mejor tener de ellos una palabra, un autógrafo o una foto.
